sábado, 25 de abril de 2009

Sabado / Por Viviana Gallardo H

Hoy es sabado. Los sabados me empezaron a gustar especificamente en febrero del año 2009. Los días solitarios con sol dejan de ser catastroficos cuando aprendes a vivir solo y te das cuenta que el silencio no era tan malo. Acostarse sin bañarse tampoco lo es. Comer cuando tienes hambre e ir dormir cuando los ojos lo piden es lo que llamamos una vida sin reglas ni horarios.
Es sabado y me he pasado el día entero tratando de construir una campaña publicitaria para una pelicula de esas que no estaría orgullosa de dirigir. Cociné tallarines con salsa de tomates y debo reconocer que me quedaron bastante malos, ni terminé el plato. Todo el día he escuchado la misma canción, se llama “The year of the cat” y creo que es de los benditos setentas. Es tan buena como el verano y tan adictiva como el ocio. Se me había olvidado publicar al mundo que dejé de temerle al ocio y al tiempo libre. Día grandioso el de Marzo en que nos sentamos en una vereda cercana a la calle Estados Unidos y mientras el me contaba que le gustaría vivir en un lugar así, yo lo miré y pensé: Oh Dios, dame la facultad de hacer que las horas duren mas para poder pensar en como lograr que este gentil hombre no desaparezca jamás. Y bueno, no desapareció y nuevamente el ocio es ocupado en bellos escritos, tardes musicales y tantos tantos guiones que a veces creo que voy a enloquecer con tanta palabra bella revoloteando en el aire.
Ya cuando comenzaba a oscurecer me puse hacer zapping y me encontré con la maravillosa y siempre bien recordada “Antes del amanecer”. La vi por primera vez cuando iba en octavo básico y ya desde entonces me dio por soñar con caminar un día entero junto a alguien. Caminar por el lado nostalgico de Santiago y sentir que la vida tenía total y absoluto sentido si es que seguiamos caminando así por siempre. Todas las personas aparecen en tu vida por una determinada razón. Veamos la casualidad como causalidad. Yo no quería romance y llega él, me dice que salgamos a caminar y todo el mundo gira en torno a nosotros, “Antes del amanecer” pero en Santiago. El llega y construye en mi vida esa pelicula y tantas mas. Aparece y borra las heridas y pesimismos. Ya no me importa si el mundo me odia mientras él no me odie. Él sabe quitar miedos y en la construcción de cada pelicula aporta mejores finales. Ya no existe el miedo de que lleguen los creditos del día. Cuando la imagen se va a negro sé que el inventará otra pelicula, cada vez mejor que la anterior y que puedo ser espectadora y participe de la mejor historia que puede existir.
Ya es sabado a la noche, suena Steve Howe (el genio de YES) con ese bendito solo de guitarra que hace que me tiemble el alma. No tengo hambre. Por fin comienza hacer frio. No puedo salir de fiesta porque lo que estudio me consume la mayoría de mis noches. Quizás juegue un rato con los gatos. O tal vez cuente las horas para que sea domingo. Porque si, lo digo frente al mundo, ahora tambien me gustan los domingos y son lo menos parecidos a un día por llover, porque ya no llueve mas. Ni el sabado mas frío de algún invierno.

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